MIRANDO AL CIELO Y AL SUELO EN LA DEHESA
28 de noviembre de 2.016
Hoy, tras varios días de lluvia que han completado 87 litros de precipitación durante este mes de noviembre, me he decidido a dar una vuelta por la dehesa pertrechado de dos útiles muy agradecidos, la navajilla, con la intención de recoger setas de cardo y la cámara para retratar las aves que aparecieran en esta mañana nubosa, pero que en algún claro ofrecía vistas de la Cuerda Larga ya nevada.
He mirado durante el recorrido más para el suelo que hacia el cielo, pero la cesta acabó más menguada que la tarjeta gráfica de la cámara. ¡Qué se le va hacer!
Ya solo restan por la dehesa los pájaros invernantes y no se ve rastro de la collalba gris que ya emigró por completo. En un nido artificial cercano a la Casa del Guarda sí posaba una cigüeña blanca.
Hoy, la sensación que me transmiten la mayoría de las aves observadas es de admiración por la belleza que ofrecen, tanto volando, como posando sobre las rocas o las plantas.
Petirrojo europeo (Erithacus rubecula)
Carbonero común (Parus major)
Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros)
Cogujada
Alcaudón real (Lanius meridionalis)
Mochuelo europeo (Athene noctua)
Milano real (Milvus milvus)
Buitre leonado (Gyps fulvus)
Buitre negro (Aegypius monachus)
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